Eran más allá de las 12 de la noche cuando comenzaba el homenaje a Rafa Nadal. Hacía ya un buen rato que el dobles de Paises Bajos había silenciado el Martín Carpena de Málaga tras haber ganado el punto definitivo de la eliminatoria de Copa Davis que daba al traste con el sueño del equipo español de alzarse con su séptima ensaladera. Demasiado silencio entre ese momento y el inicio de la alocución de Rafa, la cosa ya arrancaba mal.
Rafa iniciaba su discurso con tono alicaído, nada que achacarle, las circunstancias no invitaban a nada mejor. Agradece al público, felicita al equipo ganador de la eliminatoria, Países Bajos, cosa que nadie había hecho hasta ese momento, el partido había finalizado hacía más de un cuarto de hora,. Continuó su agradecimientos, ahora le tocaba el turno el equipo español de Copa Davis por haberle dado la oportunidad de despedise jugando uno de sus torneos favoritos, sino el que más. Admitió que le hubiera gustado despedirse de otra manera, pero la edad y en su caso mayormente el físico no perdona ni al más grande deportista que ha dado este paín de nombre España. Hizo apología de la importancia de su equipo en su carrera, al que considera más una familia. Algún tímido grito interrumpe su discurso. Hasta el público del Martín Carpena transmitía frialdad en un momento, que más que eso, demandaba calor, pero las circunstancias no eran las propicias. El propio Rafa esbozaba un “no me quiero alargar más de la cuenta” confirmando que en su foro interno, quizá pensaba lo mismo que todos los que atónitos asistíamos a su discurso de despedida, que no apetecía estar ahí, pero que había que estar. Prosiguió agradeciendo a todos los esponsors que le han acompañado en su carrera. Seguro que todos ellos han ganado mucho con Rafa al igual que Rafa habrá sacado buena y merecida tajada de ellos. Agradeció a los medios de comunicación el tratamiento recibido, merecido a todas luces, como no podía ser de otra forma. También la ATP, la ITF y las federaciones española y balear recibieron su parte de la tarta de agradecimientos, a diferencia, la ITF ayer no estuvo a la altura en su agradecimientos al gran campeón español. Espero haber dejado un legado deportivo y personal añadió, ni lo dudes Rafa. Por último agradeció a su familia el haberle seguido y facilitado su carrera. ¿Y el agradecimiento a los rivales? La noche era tan extraña que hasta el gran Rafa tuvo un lapsus momentáneo para con sus rivales que corregiría minutos más tarde.
Seguidamente el presidente de la ITF David Haggerty y el presidente de la RFET Miguel Díaz Román, entraron en pista anunciados por el speaker para, según palabras textuales, “entregarle un premio muy especial por toda su carrera”.. Para sorpresa de todos, ese regalo tan especial, era una foto ubicada en un marco, más propio de las rebajas de Ikea, un selfie inmortalizado por el propio Rafa del equipo español que logró la última victoria en la Copa Davis allá por el año 2019. Como diría la gran Sara Montiel ¿pero qué broma es esta?. ¿De verdad no se les ocurrió nada mejor para galardonar a un tipo que ha ganado 5 Copas Davis? Una mini ensaladera de oro hubiera como mínimo enmarcado mejor ese momento de reconocimiento al gran campeón que es Rafa. Corramos un tupido velo y sigamos que aun faltaba lo peor. Si no se asusten, pero aun quedaba algo peor por ver en este despropósito de homenaje.
A Rafa le invitan a ver un video, ahora los videos son una gran fuente de emociones en este tipo de situaciones. Salvo en este caso. El video era tan patético que no llega ni a emocionar a un Rafa que aguanta estoicamente durante 4 minutos y 30 segundos de un clip más propio de Capcut. Un video donde aparecían casi más futbolistas que tenistas, con muy poco gusto en el montaje, Murray grabado en una aplicación de videoconferencia apareciendo medio pixelado e Iniesta grabándose con el móvil a si mismo, mostraban a todas luces la falta de dedicación a la pieza en cuestión. Rodri, Beckham, Raúl, Casillas, Iniesta ¿de verdad hacía falta tanto representante del mundo del fútbol?. Quizá Rafa se hubiera emocionado más con la aparición de Michael Jordan, Pau Gasol o Miguel Induráin, grandes campeones como él. Por no hablar de que en ese vídeo no aparecía ni una sola imagen de momentos tan icónicos en la vida de Rafa como su estatua en Roland Garrós o su inmaculada conducción de la llama olímpica por el rio Sena con la Torre Eiffel de fondo. Inaceptable.
El penúltimo capítulo del despropósito fue pedirle al capitán del equipo español de Copa Davis, David Ferrer, que saliera al ruedo a dedicarle unas palabras a Rafa. Menos mal que David, aunque con un tono medio decaido, salvó el momento con dignidad
Y finalmente viendo que la cosa iba de mal en peor fue el propio Rafa el que cortó por lo sano diciendo hasta aquí hemos llegado. Poco más de 1 minuto de aplausos finales, el público del Carpena tampoco aportó el calor necesario al momento, dieron carpetazo al homenaje que nadie hubieramos querido ver a los que idolatramos al gran Rafael Nadal.
Gracias Rafa y perdón Rafa, merecías un homenaje y no lo vivido ayer.